Hoy tengo ganas de llorar. No sé bien por qué.
Debe ser porque llevo casi dos semanas encerrada en mi casa después de la operación. Porque mi mamá tan linda está aquí cuidandome y torturándome a la vez. Porque el sexo con mi on-going partner no está funcionando como debería.
Me lleno de dudas, de celos, de inseguridades... no sé si es normal.
No sé si el sexo que tenía antes era normal. Tal vez debería hacer una recapitulación:
1. Henry (el primero) malo, muy malo.
2. Alvaro (el segundo) bueno, muy bueno. Pero claro, tuvimos tiempo de perfeccionarlo.
3. Pablo (mecha-corta) bueno por lo libidinoso. Probablemente la marihuana ayudó a subirle par de estrellas al rating.
4. Lev (ruso-americano) bueno, bastante bueno. Interesante compañero de cama.
5. El koreano (creo que se llamaba Jay) just OK. Gracioso, rima con Jay.
6. Steve (inglés) bueno. También yo llevaba tiempo sin tirar. Nos encerramos en mi casa un fin de semana. Cuando finalmente salimos del cuarto a comer (después de un hardcore-session) me dijo "este cuarto huele a sexo".
7. Seth (bisexual, judío americano) bueno, interesante, desapegado.
8. Ryan (el artista) malo, lamentablemente. Ryan hubiera podido ser algo interesante. Los dos artistas, los dos rebeldes. Los dos marcados. Pero yo no puedo vivir sin sexo.
9. Markus (mi dios austriaco) excelente, tan bueno como con Alvaro, desde el día 1. Me acuerdo cuando me dijo "Erika, there is OK sex, good sex and WOW sex. This is WOW sex. And it's hard to find, you know?" lástima que no fue suficente para que te quedaras conmigo.
10. David (wow! ya 10... pronto entro a el sgte. decimal, ja) bueno, prometedor y ahora, insatisfecho. Me entristece mucho.
Y aqui llego, después del breve recuento: de 10, 7 buenos, 2 malos y 1 .... no sabe, no opina?
Me apena mucho esta situación. me genera inseguridad... ya no soy tan atractiva? ya no sé como hacer que un hombre se excite? Antes era tan simple como tenderme desnuda en una cama y... voilá!. Ahora ... ya ni se qué hacer. Me siento torpe, reprobando, intentando, a medias, con vergüenza, con titubeos... insegura, muy insegura.
Ahhhhh.... como juega la vida con uno. Le pedía tanto a la vida que me trajera a alguien que me hiciera sentir lo que Alvaro me despertaba... pensaba que era imposible que volviera a pasar, tanta atracción, tanta compenetración.... y llegaste tú, Markus. Volando mi cabeza, llenándome de esperanza, de placer... avisté al amor, y así mismo desapareció.
Entonces resentida, herida, le dije a la vida que ya no quería locura, gula, sacío... y llegaste tú, David; y te dejé entrar de a pocos, casi con desgano, pero tú fuiste tan diferente que me llenaste de curiosidad y a cada despedida le añadías una cómoda necesidad de reencuentro... y los primeras veces en la cama, como revelaciones generosas y me quedé con sed de más, de más revelaciones, más descubrimientos... y de pronto me siento sedienta.
Me lleno la barriga de tus bromas, de tu agudo sarcasmo, de tus enseñanzas, de tu desvergonzada fragilidad que me asombra... y cuando quiero llenarme otra vez de ti, todo se desinfla como un pastel que sale de un horno a destiempo.
Pfffffffff... vida graciosa, a qué juegas conmigo?
Entonces, como me gusta torturarme, leo tu blog. Y tus aventuras con amazonas de Vermont, con maníacas sexuales, que al parecer no tenían problema de llevarte al clímax. Y yo, qué soy entonces? Una handicap sexual? Y lo peor, es que yo sí te deseo, me gusta tanto sentirte dentro... que horrible sensación, morirse de sed y tener un vaso de agua helada detrás de un cristal de seguridad. Tenerlo ahí, tan lejos y tan cerca.
Pienso en las mil formas en las que podría excitarte, tal vez si soy más puta, si gimo y expreso con ruidos guturales mi deseo por tí....tal vez si vuelvo a mi porn star rol... pero el asunto es... no quiero volver a mi porn star rol. Been there done that. Ya sé: me muerdo los labios y te miro, te chupo el dedo de la mano mientras me coges por detras, te lamo el pene (maravillosos pene) y te miro seductoramente... No sé porqué ya no me interesa hacer eso. Tal vez porque ya ni tengo la seguridad de que funcione.
No sé qué coño hacer contigo David. Qué puta hago, dime? Eres tú o soy yo? Se va a arreglar, o simplemente seré la anoréxica al frente de un suculento menú, que siempre al final quedará hambrienta?
