insomnio
Siempre me consideré inteligente.
Y he de admitirlo, en cierta forma, superior a la mayoría de mujeres que he conocido.
Tal vez es el complejo infantil o el complejo de inferioridad.
O ambos.
Y es por eso mismo que no puedo entender cómo. Tampoco porqué.
Y me culpaba a mí misma todo el tiempo. Como si no pudiera equivocarme ¡como si nunca me hubiera equivocado antes!
Pero creo que voy a empezar a culparte a tí.
Antes nunca te culpaba. Como si hubieras sido un santo, un héroe. Y hasta ahora me da remordimiento culparte. Pero ya es hora de enfrentar la verdad: nunca fuiste, nunca serás el hombre que yo quería que tú fueras. Nunca te importé tanto como todos me decían.
Y nunca te voy a importar.
Ni siquiera ahora, cuando 26 años después, te ví y tuve el valor de por primera vez hablarte a la cara y enseñarte mis heridas, tuviste la piedad, tuviste la lástima para decirme algo que me consolara, nada, ni una palabra. Me mirabas con esos ojos fríos, casi molesto. Y yo para variar sintiéndome culpable, culpable por hacerte enojar. Culpable por disturbarte.
Al carajo contigo.
Tú eres el culpable no yo. Tu eres el tonto, el torpe, el obtuso. Yo no.
Mi única estupidez es haber esperado por ti por 26 años. Mi única estupidez es haberme enamorado de ti demasiado joven, cuando uno no entiende de esas cosas y haber confundido ese sentimiento con algo real, algo que creía podía recuperar de alguna forma.
1 Comments:
oe, ya sueltalo no?
si ya aceptaste que no es tu culpa sino la suya, entonces ya empieza a vivir una vida linda como te mereces, sin remordimientos, sin cuentos locos en tu mente, sin martirizarte, sin sufrir por todo.
No tienes que repetirtelo tanto para creertelo. Simplemente aceptalo y sueltalo.
Un besito,
Te quiero mucho. ya sabes quien soy.
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